Hemos celebrado el fin de año en un local tejano que está al lado de casa. En vez de cordero o de besugo hemos despedido el año con steaks y burgers. Y en vez de un buen vino una cerveza Brooklyn. Nada de uvas. La cuenta atrás de Times Square y a brindar con champán, similar a años pasados. El local estaba muy ambientado con mucha gente con sus gorritos y matasuegras que también nos resultaban familiares. Mucha alegría exaltada por las margaritas y las ginebras con las que hemos despedido 2008.
Pero al salir del Rodeo camino de casa, al ver las siluetas del Empire State y del Chrysler, el tráfico de la 3ª avenida, al abrir nuestro portal rojo... resultaba inevitable una pizca de tristeza al empezar el año.
Mañana, cuando lleguemos a nuestra tierra y veamos a la familia, a los amigos y nos pongamos manos a la obra a empezar de nuevo, se nos olvidará la tristeza. Lo que nunca se nos olvidará será nuestra Gran Chirimoya.
Feliz año 2009.
Feliz año 2009!!
Hasta siempre